La gratitud es la sensación que te infla el pecho, te llena de alegría, felicidad y satisfacción. Es ese gracias que sale desde muy adentro tuyo y que es muy bueno sentirlo.
La gratitud es una forma de mostrar aprecio y reconocimiento a otra persona o una situación. A través la declaración de gratitud desde la manifestación, podemos crear una realidad diferente.
Siempre es un buen momento para agradecer.
Se ha comprobado que la gratitud genera la hormona de la “serotonina” que mejora la calidad de vida y el bienestar general, y retarda el envejecimiento celular; mientras que el resentimiento y el rencor generan “cortisol”, la hormona del estrés, que provoca malestar y serias enfermedades cardio-cerebrovasculares.

Por todo esto, hoy les cuentos tres ejercicios que experimenté y me parecieron muy copados, espero que les sirva y los disfruten tanto como yo:
Tres ejercicios para experimentar la gratitud:
1- Anotá los nombres de tres personas a quienes quieras darles las GRACIAS por determinadas situaciones vividas juntos. Luego, tomá tu celu y llamalas para agradecerles por… (y contáles tus razones).
Este ejercicio lo hice en la clase de coaching hace muy poquito y fue una experiencia muy gratificante. Me llenó el alma y a las personas con las que hablé también. Vas a comprobar que cuando se lo declaras a otro, estás creando una nueva relación, nueva conversación.
2- Pensá en una situación que viviste y que te hace sentir muy orgullosa de vos. Luego, cerrá los ojos y comenzá a experimentar esa situación como si fuese ahora mismo. Prestá atención a cómo está tu cuerpo, tu rostro, tu pecho y fijate que sentís.
En esta oportunidad es un agradecimiento a la situación y a vos misma o mismo.
3- Incorporá la palabra gracias en tu vida. Comenzá a hacer el ejercicio de decir gracias pero a consciencia.
Ese gracias por la experiencia de este momento, ese gracias por mostrarme quien soy, ese gracias por permitirme crecer.
Tradicionalmente y por costumbre usamos “gracias” luego de un favor que nos brindó el otro. Hoy te animo a usarla para agradecer “sin favor” de por medio.
Concluyendo te digo:
¡Gracias, gracias, gracias!
Si probás los ejercicios podés contarme luego cómo te sentiste. GRACIAS por llegar hasta acá.
Gime
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